Caso realizado por Eva Vidal López, veterinaria rehabilitadora de CRAR
Este mes en el blog de CRAR – Centro de Rehabilitación Animal de Referencia, especialistas en fisioterapia veterinaria en Barcelona, queremos mostrarte como tratamos un caso postquirúrgico de hemilaminectomía que, además, se diagnosticó de siringomielia.
¿Qué es la siringomielia?
La siringomielia es una patología neurológica crónica donde se desarrollan unos “quistes” en la médula espinal llenos de líquido cefalorraquídeo, denominados siringes.
Estos quistes o cavidades se pueden clasificar en dos tipos:
- Hidromielia: es una dilatación del canal medular (está recubierta por células ependimarias).
- Siringomielia: es una cavidad intramedular que surge de fuera del canal medular (no está recubierto por células ependimarias). Puede haber o no una comunicación con el canal medular.
Los casos que no podemos diferenciar entre ambas entidades, la terminología adecuada seria siringohidromielia.
Cualquier patología que afecte a la médula espinal puede ser la causa de una siringohidromielia, sobre todo aquellas alteraciones que producen una necrosis de un gran volumen del tejido medular o las que afectan al flujo de líquido cefalorraquídeo en el interior de la médula espinal:
- Malformaciones fosa caudal (malformaciones tipos Chiari).
- Estrechamiento del canal medular.
- Traumatismos.
- Ependimitis.
- Neoplasias.
Puedes ver la fisiopatogenia detallada de estas patologías en el artículo de Ignacio Montes en la revista Portal Veterinaria.
¿Qué síntomas vemos asociados a la Siringomielia?
Los signos clínicos de la siringomielia se deben a la expansión progresiva de las cavidades y dependerán de su localización.
Los signos más habituales son:
- Dolor cervical: puede ser intermitente, empeora por las noches, con temperaturas extremas, cuando se excitan o en determinadas posturas.
- Rascado persistente del flanco con dolor en la región del cuello, facial y hombro.
- Tortícolis y escoliosis, que puede ser consecuencia de la denervación de los músculos paraespinals.
- Déficits neurològics como debilidad extremidades y ataxia.
Los síntomas pueden ser de presentación aguda o crónica.
¿Como se diagnostica la Siringomielia?
La técnica de elección para el diagnóstico de la siringomielia es la resonancia magnética (RM) que permite identificar los límites de la cavidad y determinar también la causa subyacente.
En algunos casos, será necesario complementar este estudio con el análisis de LCR.
Las Siringohidromielias cada vez se diagnostican más frecuentemente, gracias al creciente uso de la resonancia magnética en veterinaria y al aumento de la adquisición de determinadas razas predispuestas, como el Cavalier King Charles Spaniel.
Es importante valorar la significación clínica que puede tener la siringohidromielia en cada caso, puesto que la incidencia de estas malformaciones en algunas razas es elevada y no siempre van asociadas a signos clínicos.
¿Qué opciones de tratamiento hay para la Siringomielia?
El tratamiento de la Siringomielia dependerá de la causa subyacente.
Como tratamiento médico se puede optar por furosemida y prednisolona a dosis antiinflamatorias.
Si el tratamiento médico no da buenos resultados se puede realizar una descompresión quirúrgica de la fosa caudal: craniectomia suboccipital.
La rehabilitación se tiene que incluir en el plan de tratamiento de estos pacientes, tanto a corto como largo plazo, mejorando la fuerza muscular, la coordinación, el equilibrio, y su calidad de vida en general.
¿Como puede ayudar la rehabilitación a los perros que tienen siringomielia?
La rehabilitación puede jugar un papel clave en la evolución y el pronóstico de los animales con siringomielia. Para mostrarlo usaremos un caso clínico, el de Mia, una Chihuahua de 8 años.
Mia fue al Hospital Veterinario Glorias por dificultades para andar, mayoritariamente en las extremidades posteriores, pero también en las anteriores en menor grado. El departamento de neurología, después de realizar una exploración neurológica y una resonancia magnética, diagnosticó a Mia una hernia discal T12-T13, pero también, una siringomielia en toda la columna.
A Mia se le realizó una hemilaminectomia T12-T13 derecha donde se evidenció una protrusión grave del disco intervertebral con compresión medial ventral de la médula espinal.
Primera valoració funcional de Mia en CRAR
Mia mostraba atrofia muscular leve en extremidades posteriores, el tono muscular de la extremidad posterior derecha estaba muy disminuido y había espasticidad en la posterior izquierdo, además de una ausencia de tono en la cola.
No presentaba dolor en la palpación toracolumbar, pero sí había trigger points activos en tríceps bilateral y músculo dorsal ancho.
Mia estaba parapléjica, se sentaba con extremidades posteriores extendidas y adducides.
Durante el examen neurológico se detectó:
- Estado mental alerta.
- Respuestas posturales ausentes EEPP.
- Reflejos espinales ok EPI, aumentado EPD.
- Sensibilidad profunda ok EEPP, superficial disminuida EPD, perineal disminuido, panicular presente en el lado izquierdo hasta L3. Sensibilidad dorso presente bilateral hasta L5.
- Mia tampoco quería incorporarse de las extremidades anteriores, y tenía mucha espasticidad en EAD.
Objetivos y plan de rehabilitación de Mia
Nuestros objetivos en el caso de Mia fueron:
- Control del dolor y la inflamación.
- Aceleración de la cicatritzación.
- Mejorar el control neuromotor de las EEPP.
- Aumento trofismo muscular EEPP.
- Control cambios compensatorios en el tercio anterior y posible patología cervical debida a Siringomielia.
En el caso de Mia, la presencia de sensibilidad y el control de esfínteres parcial eran signos de buen pronóstico de recuperación de la marcha voluntaria, pero la siringomielia complicó la evolución.
El plan de rehabilitación que recomendamos fue de 2 sesiones semanales de:
- Láser: aumenta el metabolismo dentro de la célula, mejorando el transporte de nutrientes a través de la membrana celular. Además, se incrementa la producción de energía celular (ATP), generando una cascada de efectos beneficiosos, con aumento de la función y salud celulares.
- Electroestimulación: electrodos colocados en la piel donde administramos impulsos eléctricos que provocan contracciones musculares.
- Cinesioterapia pasiva y activa para ayudar a recuperar el control neuromotor EEPP: tratamiento mediante movimientos de las extremidades. En el caso de la cinesioterapia pasiva los movimientos los realiza el veterinario rehabilitador, en la cinesioterapia activa el paciente está involucrado en la tarea voluntaria de realizar la contracción muscular y/o movimiento corporal. Este tipo de terapias mejora el arco de movilidad activo y pasivo, la masa/Fuerza/Resistencia muscular, la propiocepción, el equilibrio, la coordinación, la resistencia cardiovascular; además ayuda a reeducar la marcha y favorece la pérdida de peso.
Como es habitual en los casos que tratamos, instauramos rutinas de rehabilitación para casa. La implicación de los tutores en estas rutinas es vital para conseguir la buena evolución de los pacientes, y en el caso de Mia estos ejercicios eran vitales para conseguir un estado ambulatorio, suponiendo el 50% de la terapia de rehabilitación. Para poder conseguir una mejora neurológica se tiene que realizar una estimulación del sistema nervioso constante.
La progresión de Mia está siendo muy favorable, como puedes ver en el video.